29 oct 2011

Niu-Guorl









Primero fueron los retoques de estética. Un poquito por aquí, otro por allá, esto lo subo, esto lo bajo. Toda una primera transformación. A la par, y debido  a accidentes, personas deformadas y amputadas, recobraban una apariencia digna y una movilidad decente. Con el tiempo se insertaron tarjetas de memoria con toda aquella información que se consideraba oportuna. Toda clase de conocimientos culturales, formativos y físicos se escogían a medida de gustos y necesidades.
Los avances eran tales, que lo artificial superaba al original. Y poco a poco se fueron perdiendo las estructuras, órganos y tejidos para ser material meramente tecnológico.
Finalmente se eliminaron pensamientos, recuerdos, deseos y conciencias que sólo suponían un atraso en la producción y mantenimiento del sistema.
Hoy poblamos un mundo perfecto. Sin errores dudas o vacilación. Un mundo en equilibrio estable. Un engranaje milimétrico preestablecido y calculado desde antes hasta después de la existencia de cada una de las piezas, antes llamadas humanos.

6 comentarios:

  1. Qué panorama más desolador describes. Ese ir desapareciendo poco a poco como humanos para convertirnos en meros mecanismos...
    Me ha encantado la foto de ese "robot" de ojos iluminados. Y también me he reído con el título :-)
    Un abrazo.

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  2. Hola Sara.
    Tal como van las cosas, creo que ese panorama es el menos malo. Esperemos que podamos cambiar la situación y retomemos nuestra naturaleza humana dejando a un lado los mercados, producciones, intereses y demás metas mercantiles. El "robot" es una lámpara-farola en la entrada del edificio, y el título... Para quitar dramatismo :)
    Un besote y gracias por tu paso.

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  3. Todo andará, Cormorán. Tu, Niu-Guori, espeluznante en proceso, ya no es ciencia-ficción futurista. Está a un paso si no lo evitamos.
    Disfrutemos de todo lo humano que nos queda, mientras podamos.

    Me alegro muchísimo de volver a leerte.

    Un fuerte abrazo.

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  4. Estoy contigo 21 ¡Y lo que seguro nos ocultan!
    Hay que volver al taparabos y trepar por los árboles que seguro nos iría mejor :)
    Un abrazo

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  5. Inquietante, terrorífico relato, diría yo. Me está haciendo reflexionar. Y mucho, cuando miro en los ojos de mis hijos, buscando el reflejo del futuro. Un abrazo.

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  6. Hola Gabrielpalafox, me alegra verte.
    Confío en la "cordura" humana, tan carente en los últimos tiempos, para saber rectificar y tomar un nuevo rumbo, más acorde con las necesidades básicas y dónde el respeto hacia todo sea el lema. Creo que el futuro está en una involución.
    Un saludo y gracias por tu visita.

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