Entre las sombras de los recuerdos retomo gozos y sensaciones nunca olvidadas
Momentos del sutil roce de la plena felicidad que la vida nos otorga muy de cuando en cuando
Pasados que viven en un presente a pesar de las ausencias
El querer, permanece en la memoria
Un tesoro oculto disfrutado en la penumbra solitaria e interior
Tactos propios llevados a lo ajeno y compartido
Voces, ausentes de sonidos, murmullan alabanzas entre íntimos olores
Murmullan alabanzas entre tactos de seda húmeda
Entre armazones de acomodo
Luces ténues desdibujan un rostro y un cuerpo conocidos de memoria
Recorrido plenamente
Cierro el baúl con la certeza de volver a abrirlo
Solo yo tengo la llave
Muy bello, Cormorán. Los buenos recuerdos siempre son un refugio, nuestra mayor riqueza.
ResponderEliminarBesos.
La pena es que el tiempo los va borrando de la memoria, y muchas veces necesitamos de una memoria comodín que nos ayude, de la mano de esta, a recordar.
EliminarGracias por la visita, un beso
Ah, la memoria, querido Luis. Allí está todo, como bien dices. En ese bául inmenso donde guardamos todo el dolor, todas las ausencias, y todos los momentos que fuimos absolutamente felices. Los que tenemos cierta edad, sabemos muy bien de lo que hablamos. No hay mejor cosa que podamos hacer, ni más barata, para distraernos de un presente, a veces insulso, que abrir el baúl , y volvernos a sacar un conejo de la chistera de nuestra vida. Y volver a cargar las pilas, plenos de todas las sensaciones y emociones que tú tan bien describes. Un abrazo.
ResponderEliminarTienes razón. Muchas veces esos recuerdos actúan como píldores rejuvenecedoras que nos impuilsan a retomar la vida como en tiempos antaños. Otra cosa es que en el intento uno vuelva a su presente algo más cansino. Pero ese momento eufórico es como una regresión que siempre merece la pena.
EliminarUn saludo y gracias por tu paso GP.
Los pequeños baúles, como las cajas de galletas metálicas o como ese rincón de la memoria, contienen las pistas para rehacer un instante, o una sensación, o una imagen.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Un abrazo.
Una vida Aldaba. Los mejores momentos de una vida. Porque ¿Para que recordar lo malo? Algo bueno debe tener el ser selectivo.
EliminarMás bien me parece que ese baúl no necesita llave; que se abre solo; que los recuerdos cobran vida propia y nos levantan la tapa de los sesos huyendo con una parte de nuestra vida anterior. No obstante, ese final con la llave es legítimo para quien crea un texto bello. También me gusta la foto. Y sobre todo, me gusta este reencuentro después de tu ausencia. Gracias por visitarme. Un abrazo
ResponderEliminarMi buen amigo ¡Cómo olvidarte! Aunque el tiempo nos separara, siempre te recordaré como el padre que eres de esta criatura. Siempre para bien.
EliminarUn abrazo
Cada cual sabe que hay en su baúl de los recuerdos, aún cuando lo abra poco o mucho, lo triste es cuando se pierde la llave, esa llave que es la memoria. Un saludo.
ResponderEliminarHola Alfred y bienvenido.
EliminarEfectivamente es la memoria la llave más valiosa. Aunque nos pueda abrir baúles con recuerdos dolorosos.
Gracias por la visita y de nuevo bienvenido
Tira la llave de los bellos recuerdos. Tira la puerta de los bellos futuros y entra.
ResponderEliminar¡¡¡Tachan!!! y... una vez dentrooooo
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