16 may 2011

Reencuentro

No era un fantasma quien surgió entre la niebla, sino mi difunto padre. Nunca se me hubiese ocurrido llamarle fantasma, me cruzaría la cara sin pestañear. Me acerqué a el y  nos sentamos en el viejo banco que hay junto a la fuente, ahora sin agua, donde tantas veces jugamos a buscar unos peces inexistentes.  Al rato se levantó y se marchó como vino, entre la niebla. Luego, y antes de regresar a casa, aun no sé porqué, me asomé a la fuente buscando algún pez. Fue entonces cuando descubrí en su fondo, ahora seco, y parcialmente cubierta por las hojas de un castaño, una pequeña caja metálica oxidada con el relieve de un pez en su tapa. Cuando la abrí encontré una bala idéntica a la que le causó su muerte, y junto a ella una pequeña nota con sus trazos. "Cuando tu conciencia te venza, es la llave para nuestro reencuentro, papá"

8 comentarios:

  1. Recuerdo este relato, Cormorán. Todavía me eriza la piel. Muy bueno. Y la foto del fantasma, también. Un beso.

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  2. Tus mejores historias son las que te salen de dentro. Y lo sabes.
    Un abrazo

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  3. Efectivamente Sara. Lo envié al concurso Getafe en negro. La foto, más lejos de su apariencia, es de una chica bailando, aunque afortunadamente parece un fantasma.
    Tienes razón Luis. La sola mención de mi padre me hace interiorizar y, como tu, pienso, que salen las mejores historias.
    Un saludo y gracias a los dos

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  4. Luis me alegra ver que sigues con tus buenas historias, aunque no sea por donde siempre.

    Un saludo y vuelve a casa, ; )

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  5. Hola David. a mi me alegra verte por estas aguas, que son las primeras y las propias. Las últimas en caso de abandono (que no lo es). Volveré a casa, sin duda, pero he de esperar. El tiempo de ordenador lo tengo muy limitado y tengo que seleccionar, pero pronto me verás navegando por las otras aguas.
    Un saludo y gracias por tu interés

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  6. Centrate...¿tiempo limitado en el ordenador? u disperso haciendo otras cosas...que tambien estan bien. Recuerda estamos enseñando a compartir...
    Bico.

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  7. Anónimo... Desde el momento en que uno no puede hacer uso de algo cuando quiere, se está limitado. Luego llegan los grados de limitación.

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  8. AH!!! si mejor no pienso en los limites, o mejor no pienso en el grado a compartir...seguire con mi manotazo de "Esperanza"... aturdida, para que las aguas no se muevan

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